jueves, 17 de octubre de 2013

PARAÍSO EFÍMERO

El tiempo no acompañaba precisamente, pero parece que los débiles esfuerzos de los rayos de sol, intentaban penetrar las duras murallas del espeso algodón blanco. El era fascinante a la vez que que sencillo. Pequeños prados se extendían hasta unas montañas que contaban ya con una larga historia. El verde y amarillo me acompañaban por doquier. El suave susurro del viento pronto se tornó en gritos furiosos a la par de silenciosos. Las nubes se abalanzaban sobre nosotros, pero las montañas, pese a ser ya ancianas, se defendían con coraje ante tal amenaza.
La oscuridad en seguida nos cubrió por completo. Las montañas debieron de haber vencido, pues caían lágrimas sin cesar del cielo. De repente, el cielo comenzó a llorar con rabia pues aquellas lágrimas, que en principio eran sollozos, se tornaron cascadas de dolor y palabras de frustración, pues sonaba con gran energía.
El cielo enfadado quiso pagar su enojo contra nuestra persona; algunos se escondieron temerosos, otros, se deslizaron entre las sombras, para que no los descubriese. Yo, en cambio, me enfrenté a el a corazón descubierto, sin ningún temor hacia su castigo. Me defendí con valor y coraje, sufriendo sus innumerables latigazos de dolor y tristeza. Al final, debió comprender que nada conseguía hacer pagar su penitencia con nosotros, por lo que nos regaló el más digno de los paisajes. Diminutos bosques se extendían a cada la de mi camino, mientras sentía una agradable caricia en modo de perdón por parte del caprichoso manto azulado. La belleza de lo que contemplaba mi alma era inexpresable con palabras,hasta el mismísimo Poe se arrodillaría y sollozaría como un bebé ante tanta hermosura. Y solo era para mi, y nadie más. Mi recompensa por mi pequeña lucha.
Andé un poco más y me encontré con más regalos perdidos en aquel paraíso olvidado, pero ya no era lo mismo. Aquel efímero momento de paz infinita fue única y solamente hecho para mi y nadie más.
Es triste como nadie en el mundo recuerda ya estos instantes tan hermosos que tanto estábamos acostumbrados a disfrutar, mientras que ahora nos dedicamos a destruirlo.

Patético.

Ojalá el cielo no sea tan piadoso como fue conmigo y y pague su ira contra aquellos que no saben amar su seno de vida.

L.

lunes, 11 de enero de 2010

Bah.

La luz esta vez me daña.
No es como aquel brillo cálido y agradable que incluso disfrutaba con los ojos cerrados.
Esta luz tan rota es la que me devuelve a la realidad y me hiela el alma.
Ese mundo que tanto detesto.
Solo me consuela el saber que puedo apoyarme en alguien que lo comparte.
Abrázame,tengo frío.

viernes, 11 de diciembre de 2009

LOVE BEYOND THE DEATH

La lluvia mojaba mi cara y el frío hacía que mi cuerpo fuese ajeno a mi.Mi cigarrillo hacía rato que estaba apagado pero eso ya no me importaba.Ausente,asi estaba.De vez en cuando chocaba con la gente y alguna que otra me llamo de todo menos bonita pero todo eso me daba igual, era totalmente ajeno a mi.Caminé sin rumbo fijo a ninguna parte sin contar el tiempo.La boca la tenía pastosa, supuse que era del cigarro asi que resignada lo tiré donde cayese,je...no creo que me multen por eso. Gotas húmedas y calientes caían por mi rostro, pensando que era de la lluvia me sequé la cara pero me di cuenta de que hace rato la tormenta habia pasado y que las gotas aun seguían cayendo por mis mejillas,sin tregua, eran mis lágrimas. De pronto fui consciente de todo. TU no estabas y un gran agujero se había abierto en mi interior.Dolía mucho, no sabes cuanto. Quizá nunca se cierre,creo que es demasiado grande. Tu ya no volverás o eso me dijo el médico. No pude salvarte.LLegaron tarde,pero tu ya estabas muerto antes de que pudieran intentarlo siquiera.Te llevaste contigo gran parte mi alma que unimos aquella noche bajo la mirada curiosa del astro oscuro.

Ahora me encuentro en aquel puente del fatidico día. Intenté aguantar 7 dias , no sin esfuerzo, pero me doi cuenta de que no hay nada que me ate a este mundo, lo único que me mantenía con vida eras tu, ahora no me queda nada, salvo unirme a ti para recuperar la felicidad perdida. Ya se que suelo cumplir mis promesas, pero aquella en la que te prometi seguir viviendo, no puedo hacerlo.No permitiré que la muerte nos separe.No te preocupes, no te haré esperar.Hasta luego,amor.